La marchitez por Fusarium de las musáceas, causada por el hongo Fusarium oxysporum f. sp. cubense (Foc), es la enfermedad más destructiva de las musáceas y está considerada entre las diez enfermedades más importantes en la historia de la agricultura. La presencia del Foc R4T en América del Sur, se detectó en junio de 2019 en dos fincas bananeras en La Guajira, Colombia. Posteriormente, en el año 2021 se detectaron nuevos brotes en Sullana, Perú y en Rio Negro, Magdalena, Colombia. 

La importancia regional de esta amenaza ha sido reconocida por la FAO. El manejo de la plaga FocR4T resulta particularmente difícil, teniendo presente que, una vez presente la enfermedad no puede ser completamente eliminada con las prácticas y fungicidas actualmente disponibles. La enfermedad puede permanecer en el suelo por décadas y se puede propagar con gran facilidad de manera transfronteriza a través de la movilización de personas y mercancías. A la fecha, es considerada una plaga cuarentenaria con distribución restringida, causando una gran preocupación regional.

Por esto, la mejor manera de luchar contra la enfermedad es evitar su propagación. Las medidas para prevenir la entrada de FocR4T demandan un enfoque regional y de detección temprana. Estas medidas deben ser tomadas por los sistemas nacionales de vigilancia oficial y también a nivel regional.

En los países de la CAN, la producción de banano y plátano es una actividad de carácter relevante. Por un lado, Colombia y Ecuador, son dos de los más grandes exportadores de banano en el mundo. Perú ha logrado posicionarse en mercados internacionales con su producción orgánica y de comercio justo, y Bolivia abastece principalmente a los países del cono sur. Adicionalmente, el sector es muy importante en términos de seguridad alimentaria, empleo y es considerado parte fundamental en la cultura indígena y afrodescendiente.

Es por esto que el ingreso del Foc R4T, constituye una amenaza de importancia regional que puede afectar tanto las exportaciones como la producción de los países andinos, limitando su acceso a los mercados externos.  El impacto en el comercio a nivel de la CAN en 2020 está valorizado en 4,8 millones de USD, afectando sustancialmente a Ecuador, Colombia y en menor grado a Perú y Bolivia. 

En atención a esta emergencia fitosanitaria, los Países Miembros de la Comunidad Andina, después de una reunión de alto nivel del Comité Técnico de Sanidad Agropecuaria COTASA – Sanidad Vegetal (Ampliada a Ministros de Estado), manifestaron su preocupación por el brote de Foc R4T en el 2019. Los países solicitaron a la Secretaría General de la Comunidad Andina (SGCAN) elaborar un proyecto que brinde los lineamientos técnicos para el desarrollo de un Centro de Monitoreo, con el propósito de mejorar la capacidad de los países miembros para la atención y respuesta a brotes e inclusiones de plagas. El Centro de Inteligencia Fitosanitaria surge como respuesta a este pedido, como una herramienta que permitirá generar productos de evaluación, monitoreo y ubicación geográfica de diferentes eventos fitosanitarios. Tomando en cuenta la información sanitaria disponible, bajo esquemas de inteligencia, constituirá una herramienta adicional para reducir los riesgos de introducción de plagas y enfermedades a los países.