El objeto del proyecto fue mejorar los servicios de inspección y diagnóstico prestados por el Servicio Estatal de Vigilancia Fitosanitaria (SPCS) y el Comité Estatal de Aduanas (SCC) de la República de Azerbaiyán con el fin de mantener el nivel necesario de protección fitosanitaria para la producción agrícola y los ecosistemas del país.
La agricultura desempeña un papel importante en la economía de Azerbaiyán y ocupa cerca del 40% de la mano de obra. Las principales plantas cultivadas son el trigo, las hortalizas, diversos frutales, la vid, el algodón, el té y los cítricos. En el contexto de la rápida modernización de Azerbaiyán y las mejoras en su infraestructura, es fundamental para la economía del país desarrollar el sector agrario y aumentar las exportaciones de plantas y productos vegetales.
Para facilitar esos procesos, en 2005 se decretó la creación del SPCS con objeto de aplicar la Ley Fitosanitaria. El SPCS tenía el mandato de garantizar la protección fitosanitaria del país en los procesos de importación, fabricación, almacenamiento y transformación de plantas y productos vegetales. No obstante, el SPCS experimentaba muchas dificultades para llevar a la práctica su mandato de manera eficaz.
Uno de los principales problemas era que, debido al principio de "ventanilla única", el SPCS ya no estaba presente en los puntos fronterizos. Para prevenir la entrada y propagación de organismos nocivos en el país, las autoridades del SCC debían informar constantemente al SPCS de las importaciones no conformes. El despacho de aduanas oficial de los artículos reglamentados importados se finalizaba en el lugar de destino, tras la inspección de cuarentena fitosanitaria y los análisis de laboratorio. Las autoridades del SCC aplicaban las medidas pertinentes por indicación del SPCS.
Por eso, era muy importante corregir las carencias del SPCS para garantizar la inocuidad fitosanitaria de los envíos importados de artículos reglamentados y, en particular, la detección y el diagnóstico de plagas vegetales cuarentenarias. Así, el objetivo del proyecto era mejorar las capacidades prácticas de los servicios de inspección y diagnóstico fitosanitarios en Azerbaiyán, de conformidad con las normas internacionales de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF).
En 2018, el Gobierno de Azerbaiyán creó el Organismo de Inocuidad de los Alimentos de Azerbaiyán (AFSA), al que se encomendó un amplio mandato en esa esfera, incluido el deber de brindar protección y servicios fitosanitarios en el país. El Organismo ha asumido la responsabilidad de las instalaciones de cuarentena fitosanitaria controlada y los correspondientes materiales para la detección oportuna de organismos nocivos. También se transfirió al AFSA la responsabilidad de las inspecciones en los puntos fronterizos.
Fortalecimiento de los servicios de diagnóstico de plagas
Se llevaron a cabo varias actividades de creación de capacidad para inspectores (136) y trabajadores de laboratorio (17) sobre diversos aspectos del diagnóstico de plagas tanto en Azerbaiyán como en el extranjero. Esas actividades consistieron en tres cursos (uno cada año de ejecución del proyecto) de inspección básica y diagnóstico de plagas, formación en el lugar de trabajo para el personal de laboratorio y validación de los métodos de laboratorio.
El plan para la modernización del Laboratorio Central de Cuarentena Fitosanitaria se elaboró en 2016 y se revisó en agosto de 2017. Durante el período 2016-2018, se dotó a ese laboratorio de equipo moderno y bienes fungibles. Además, la colección de referencia del Laboratorio Experimental Regional de Bakú se enriqueció con la incorporación de muestras de plagas y organismos nocivos.
Mejora de la gestión del sistema de reglamentación de las importaciones
Se organizaron sesiones de formación para inspectores, en las que se hizo hincapié en el control de plantas y productos vegetales importados. Se realizaron viajes de estudio a Riga (Letonia) y Antalya (Turquía), y estas experiencias internacionales permitieron a inspectores del SPCS, el AFSA y el SCC ampliar su visión sobre los respectivos temas. Los cursos de capacitación sobre gestión de proyectos y la mejora de las técnicas de presentación y negociación del personal encargado de la gestión en el ámbito fitosanitario permitieron a la dirección de las organizaciones conocer mecanismos modernos en vigor y comprender y aplicar mejor las prácticas internacionales óptimas y las normas aplicadas en otros países. También brindaron una valiosa oportunidad para que el personal de gestión del recién creado AFSA examinara con sus homólogos las dificultades de la coordinación de las funciones de control en diversos ámbitos y estableciera un sistema eficaz para una única entidad de inspección y certificación.
La adquisición de 60 kits para inspectores (bolsas con instrumentos de inspección necesarios) del SPCS y el SCC dotó a los inspectores de esas dos entidades beneficiarias de más instrumentos para utilizar durante las sesiones de capacitación y en sus labores cotidianas. El equipo del proyecto elaboró 14 procedimientos operativos en cooperación con representantes del SPCS y del AFSA. Otro logro, en el ámbito del control de las plantas y los productos vegetales importados, fue la creación, en abril de 2017, del punto de inspección de Khachmaz, fruto de numerosas consultas entre la FAO, el Banco Mundial y las organizaciones beneficiarias.
Mejora de la inspección antes de la frontera y del sistema de certificación de las exportaciones
La capacidad de los inspectores nacionales en materia de certificación de las exportaciones se reforzó mediante tres cursos sobre los reglamentos de importación y exportación. Los inspectores participantes recibieron formación teórica y práctica sobre la certificación de las exportaciones y tuvieron la oportunidad de hacer un seguimiento de las experiencias adquiridas y continuar mejorando sus prácticas sobre el terreno, en coordinación con sus supervisores. El equipo del proyecto también elaboró 14 procedimientos operativos relativos a diferentes esferas de la certificación de las exportaciones. Se capacitó a 80 funcionarios en técnicas diagnósticas de laboratorio e identificación de plagas cuarentenarias, a 73 funcionarios de puntos fronterizos en materia de inspección y a 84 funcionarios en materia de certificación de las exportaciones.
El SPCS solicitó el establecimiento de un sistema de certificación electrónica, que facilitaría su labor y contribuiría a mejorar la supervisión de las plantas y los productos vegetales importados y exportados. No obstante, con la creación del AFSA y la transferencia de responsabilidades, el plan se revisó. En concreto, la revisión se centró en la necesidad de utilizar los sistemas existentes y elaborar nuevos módulos para la certificación electrónica y un registro de productores y exportadores en el sistema vigente de certificación estatal de "ventanilla única".
Fortalecimiento de la coordinación y la colaboración
El proyecto contribuyó a reducir los riesgos de plagas gracias a la colaboración entre las organizaciones beneficiarias: sobre la base de la legislación existente y la división de responsabilidades, el SPCS se centró en realizar la certificación de las exportaciones, monitorear las plagas, garantizar la protección fitosanitaria dentro del país y realizar pruebas de diagnóstico de plagas en su laboratorio, mientras que el SCC se ocupó de la inspección de la importación de plantas y productos vegetales en las fronteras, con el apoyo del SPCS. Posteriormente, con la creación del AFSA, las tres entidades trabajaron conjuntamente para prestar mejores servicios fitosanitarios y controlar la situación fitosanitaria en el país.
Transferencia de conocimientos adquiridos
La creación del AFSA representó una oportunidad, pero también planteó el riesgo de que, debido a la reorganización institucional, se perdiera la capacidad de quienes habían recibido formación y otro tipo de apoyo brindado por el proyecto. La entidad encargada de la ejecución envió un mensaje firme a la dirección del AFSA sobre la necesidad de preservar la capacidad alcanzada por los recursos humanos disponibles, señaló los cursos, talleres y viajes de estudio que se organizaron en el marco del proyecto, y compartió las listas de los participantes en todas las actividades de creación de capacidad para que el Organismo la tuviera en cuenta.
Adaptabilidad a las circunstancias cambiantes
Durante el proceso de transferencia de las responsabilidades fitosanitarias al AFSA, la dirección de este Organismo solicitó al proyecto que prestara servicios continuos de consultoría en línea sobre los reglamentos de importación y exportación, para apoyar los cambios en el sistema de certificación de las exportaciones, el flujo de documentación y las responsabilidades de los funcionarios de distintos niveles. El apoyo en línea prestado facilitó la creación de una estructura eficaz que cumple las obligaciones establecidas por la CIPF. Las funciones fitosanitarias se estructuraron con una cadena de mando de integración vertical para proteger satisfactoriamente el territorio frente a la entrada y propagación de plagas y garantizar la certificación fitosanitaria de las exportaciones.
Las autoridades del AFSA agradecieron el apoyo y las recomendaciones que recibieron durante el proceso de establecimiento del Organismo, e indicaron que les habían ayudado a no cometer errores que podrían haber puesto en entredicho su credibilidad o dificultado la transferencia fluida de las funciones y el personal. Se valoraba en gran medida la contribución de este proceso al mantenimiento de un comercio internacional seguro y eficiente y a la consecución del objetivo de aumentar las exportaciones a mercados fundamentales, como la Federación de Rusia.