Fortalecer la capacidad de la ASEAN para cumplir los requisitos de plaguicidas para la exportación
STDF/PG/337
Start:
01/12/2012
End:
30/11/2016
Estado
Terminado
Valor del proyecto (US$)
1,242,000
Contribución STDF (US$)
637,000
Beneficiarios
Estados miembros de la ASEAN
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Entidades de ejecución
Association of Southeast Asian Nations (ASEAN)
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Socios
Multinational manufacturers (Syngenta, Dow, and Valent/Sumitomo)
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El objetivo de este proyecto era mejorar la capacidad de los países de la ASEAN para cumplir las prescripciones relativas a la presencia de plaguicidas en productos de exportación, basadas en normas internacionales (Codex), reforzando los medios de laboratorio y sobre el terreno.
Puede consultarse los resultados del proyecto aquí. Un comunicado de prensa de la Universidad de Rutgers/Proyecto IR-4 es diponible aquí.
Los datos sobre residuos de plaguicidas necesarios para establecer los límites máximos de residuos (LMR) del Codex proceden casi exclusivamente de los países industrializados. Es muy poco frecuente que estos datos se generen en países en desarrollo, por lo que el Codex ha establecido muy pocos LMR para cultivos de usos menores (cultivos a los que se aplican pocos plaguicidas a nivel mundial, a menudo denominados "cultivos de especialidad" o cultivos menores), como las frutas tropicales cultivadas en los países en desarrollo. Cuando no existen LMR, los exportadores suelen tener dificultades para acceder a los mercados de exportación. Si los LMR no reflejan el modo de empleo real de los plaguicidas en los lugares de cultivo, no se podrá luchar eficazmente contra las plagas. Este proyecto ayudó a los países de la ASEAN a generar datos sobre residuos con el fin de facilitar el registro de nuevos instrumentos de protección de cultivos, fundamentar el establecimiento de LMR e impulsar el comercio internacional. La atención se centró en los plaguicidas de bajo riesgo y las frutas tropicales. Las autoridades nacionales de los países de la ASEAN colaboraron entre sí y con el sector privado y los asociados internacionales para llevar a cabo estudios coordinados y complementarios sobre residuos de plaguicidas. La experiencia y las habilidades adquiridas permitieron a los países de la ASEAN ampliar sus programas sobre residuos y establecer prioridades, actuar con rapidez ante las nuevas necesidades de lucha contra las plagas y cumplir las normas internacionales de inocuidad de los alimentos.
Este proyecto, junto con otros dos proyectos complementarios financiados por el STDF en África y América Latina, formaba parte de una iniciativa mundial que perseguía establecer LMR para mejorar el acceso a los mercados de los cultivos de especialidad. En conjunto, los tres proyectos impulsaron la creación de la Fundación Mundial para los Usos Menores, que sigue aprovechando los resultados obtenidos en el marco de estos proyectos. La labor de estos tres proyectos regionales del STDF se reconoció en una declaración conjunta firmada por los Ministros de 17 países en la Undécima Conferencia Ministerial de la OMC (Buenos Aires, diciembre de 2017).
Este proyecto, junto con otros dos proyectos complementarios financiados por el STDF en África y América Latina, formaba parte de una iniciativa mundial que perseguía establecer LMR para mejorar el acceso a los mercados de los cultivos de especialidad. En conjunto, los tres proyectos impulsaron la creación de la Fundación Mundial para los Usos Menores, que sigue aprovechando los resultados obtenidos en el marco de estos proyectos. La labor de estos tres proyectos regionales del STDF se reconoció en una declaración conjunta firmada por los Ministros de 17 países en la Undécima Conferencia Ministerial de la OMC (Buenos Aires, diciembre de 2017).
Mejora de los conocimientos técnicos en los países de la ASEAN para generar, examinar e interpretar datos sobre residuos de plaguicidas
En el marco del proyecto se crearon programas de formación y se fortaleció la capacidad de los equipos nacionales de estudio de residuos para llevar a cabo pruebas controladas de residuos. Se ofreció formación sobre el terreno y de laboratorio, basada en los principios de las buenas prácticas de laboratorio. Al final del proyecto, los equipos de estudio (laboratorio, expertos en pruebas sobre el terreno, etc.) habían mejorado su capacidad para realizar nuevos estudios sobre residuos en el marco de los procesos nacionales de registro de plaguicidas.
El proyecto permitió generar datos de calidad para apoyar el establecimiento de LMR basados en las directrices y los procedimientos internacionales. Con esos datos, es probable que el Codex establezca al menos seis nuevos LMR (uno para el litchi, uno para la papaya, dos para la fruta del dragón y dos para el mango). Se llevaron a cabo los seis estudios sobre residuos de plaguicidas siguientes: piriproxifén en el mango (Malasia y Singapur); piriproxifén en la papaya (Filipinas, Malasia y Brunei Darussalam); espinetoram en el mango (Tailandia); espinetoram en el litchi (Tailandia); y azoxistrobina y difenoconazol en la fruta del dragón (Indonesia y Viet Nam). Sobre la base de estos estudios, en 2016 se presentaron a la Reunión Conjunta FAO/OMS sobre Residuos de Plaguicidas (JMPR) los primeros conjuntos de datos y documentos sobre etiquetado, que se completaron en 2017 y 2018. Si estos datos, junto con los generados en los otros proyectos regionales, pueden incorporarse al sistema de agrupación de cultivos, se prevé que el Codex establezca varios LMR nuevos que se aplicarían también a otras frutas tropicales.
Mayor participación de los países de la ASEAN en el establecimiento de LMR del Codex
Uno de los principales elementos del proyecto era la armonización de los LMR con las normas internacionales para mejorar el acceso a los mercados de los productos agrícolas. El proceso seguido facilitó el establecimiento y la aplicación de LMR del Codex para cultivos menores. Se llevaron a cabo seis estudios que podrían contribuir al establecimiento de seis nuevos LMR del Codex para los productos seleccionados. Los estudios se centraron en cuatro plaguicidas de prueba de muy bajo riesgo (azoxistrobina, difenoconazol, piriproxifén y espinetoram) aplicados a la fruta del dragón, el litchi, el mango y la papaya. Una parte de los datos obtenidos en estos estudios se compiló y presentó al Codex para fundamentar el establecimiento de LMR. Los países participantes recibieron indicaciones sobre la manera de designar plaguicidas/productos para el programa de examen de la JMPR, el modo de preparar y compilar los datos que debían presentar y la mejor forma de coordinar el trabajo con los demás países.
Brunei Darussalam y Viet Nam se sumaron a los estudios en una fase posterior, lo que contribuyó positivamente al proceso de aprendizaje para establecer LMR.
Las actividades del proyecto también contribuyeron a orientar la labor de la JMPR en nuevas esferas, como la incorporación de los datos al nuevo sistema de agrupación de cultivos utilizando cultivos representativos, la combinación de conjuntos de datos de múltiples países en una comunicación conjunta, la elaboración de indicaciones sobre los métodos de muestreo de frutas grandes cuando el espacio de almacenamiento y las condiciones de transporte son limitadas, y el nivel de conformidad con las buenas prácticas de laboratorio necesario para que se acepten los datos.
Mejor colaboración para utilizar de una manera más eficiente los recursos disponibles
El proyecto estableció una nueva estructura de colaboración para generar e intercambiar datos sobre plaguicidas en los países de la ASEAN, basada en alianzas público-privadas y en la cooperación regional. Los participantes de los países miembros de la ASEAN compartieron sus experiencias acerca de cómo coordinar el trabajo entre numerosos países y entre los funcionarios públicos encargados de la reglamentación, los técnicos de laboratorio y sobre el terreno, los fabricantes de plaguicidas y la FAO/OMS. Con el fin de aumentar la rentabilidad y evitar la duplicación de esfuerzos, se facilitó la colaboración entre las autoridades nacionales competentes y el sector privado (en particular las multinacionales fabricantes de plaguicidas -Syngenta, Dow, y Valent/Sumitomo-, las organizaciones locales exportadoras de productos agrícolas, las asociaciones de esta rama de producción y los agricultores). Un grupo regional de expertos en cultivos menores, formado por asociados de los sectores público y privado, se reunió periódicamente para examinar estas cuestiones y buscar soluciones a nivel regional y determinar las necesidades y las prioridades en materia de plaguicidas y LMR. Con estos parámetros los países pudieron elaborar estrategias para obtener los máximos resultados, repartiendo entre ellos el trabajo, los recursos y las responsabilidades para generar los datos sobre residuos. Se calcula que generar datos de manera colaborativa puede reducir en más del 90% los costos que acarrea el mismo trabajo por separado.
Más seguridad para el medio ambiente y el consumidor gracias al empleo de mejores herramientas de protección de cultivos
Los países desarrollados están eliminando gradualmente los plaguicidas de segunda y de tercera generación debido a los riesgos que presentan para las personas y para el medio ambiente; sin embargo, es común que los agricultores de los países en desarrollo sigan utilizando estos productos químicos porque no hay LMR internacionales para plaguicidas más modernos y más seguros (menos tóxicos) para sus cultivos de especialidad. Los agricultores no tienen las mejores herramientas para proteger sus cultivos (siguen utilizando productos químicos más tóxicos), lo que conlleva pérdidas económicas (acceso restringido a los mercados), menor productividad de los cultivos (aumento de la resistencia a los plaguicidas) y consecuencias negativas para el medio ambiente y para la seguridad de trabajadores y consumidores. Este proyecto ayudó a resolver estos problemas y contribuyó además a la productividad agrícola y la seguridad medioambiental y del consumidor.
Mayor acceso a los mercados para cultivos de especialidad
Es frecuente que los países en desarrollo no puedan acceder a los mercados por no haber suficientes normas comerciales internacionales para cultivos de usos menores. Al instaurar un proceso que facilita el establecimiento de LMR del Codex para los cultivos menores que tienen valor económico para los países miembros de la ASEAN, el proyecto mejoró el acceso de los productores de los países en desarrollo a mercados de exportación importantes. Los beneficios del proyecto se manifestarán plenamente cuando se establezcan los nuevos LMR del Codex.
Creación de la Fundación Mundial para los Usos Menores
Uno de los mayores logros del proyecto fue la creación de la Fundación Mundial para los Usos Menores (GMUF), que establece un mecanismo de coordinación con el fin de atender y priorizar las necesidades de lucha contra las plagas a nivel mundial y coordinar los proyectos de generación de datos entre múltiples países para establecer LMR nacionales y del Codex.
En el marco del proyecto se crearon programas de formación y se fortaleció la capacidad de los equipos nacionales de estudio de residuos para llevar a cabo pruebas controladas de residuos. Se ofreció formación sobre el terreno y de laboratorio, basada en los principios de las buenas prácticas de laboratorio. Al final del proyecto, los equipos de estudio (laboratorio, expertos en pruebas sobre el terreno, etc.) habían mejorado su capacidad para realizar nuevos estudios sobre residuos en el marco de los procesos nacionales de registro de plaguicidas.
El proyecto permitió generar datos de calidad para apoyar el establecimiento de LMR basados en las directrices y los procedimientos internacionales. Con esos datos, es probable que el Codex establezca al menos seis nuevos LMR (uno para el litchi, uno para la papaya, dos para la fruta del dragón y dos para el mango). Se llevaron a cabo los seis estudios sobre residuos de plaguicidas siguientes: piriproxifén en el mango (Malasia y Singapur); piriproxifén en la papaya (Filipinas, Malasia y Brunei Darussalam); espinetoram en el mango (Tailandia); espinetoram en el litchi (Tailandia); y azoxistrobina y difenoconazol en la fruta del dragón (Indonesia y Viet Nam). Sobre la base de estos estudios, en 2016 se presentaron a la Reunión Conjunta FAO/OMS sobre Residuos de Plaguicidas (JMPR) los primeros conjuntos de datos y documentos sobre etiquetado, que se completaron en 2017 y 2018. Si estos datos, junto con los generados en los otros proyectos regionales, pueden incorporarse al sistema de agrupación de cultivos, se prevé que el Codex establezca varios LMR nuevos que se aplicarían también a otras frutas tropicales.
Mayor participación de los países de la ASEAN en el establecimiento de LMR del Codex
Uno de los principales elementos del proyecto era la armonización de los LMR con las normas internacionales para mejorar el acceso a los mercados de los productos agrícolas. El proceso seguido facilitó el establecimiento y la aplicación de LMR del Codex para cultivos menores. Se llevaron a cabo seis estudios que podrían contribuir al establecimiento de seis nuevos LMR del Codex para los productos seleccionados. Los estudios se centraron en cuatro plaguicidas de prueba de muy bajo riesgo (azoxistrobina, difenoconazol, piriproxifén y espinetoram) aplicados a la fruta del dragón, el litchi, el mango y la papaya. Una parte de los datos obtenidos en estos estudios se compiló y presentó al Codex para fundamentar el establecimiento de LMR. Los países participantes recibieron indicaciones sobre la manera de designar plaguicidas/productos para el programa de examen de la JMPR, el modo de preparar y compilar los datos que debían presentar y la mejor forma de coordinar el trabajo con los demás países.
Brunei Darussalam y Viet Nam se sumaron a los estudios en una fase posterior, lo que contribuyó positivamente al proceso de aprendizaje para establecer LMR.
Las actividades del proyecto también contribuyeron a orientar la labor de la JMPR en nuevas esferas, como la incorporación de los datos al nuevo sistema de agrupación de cultivos utilizando cultivos representativos, la combinación de conjuntos de datos de múltiples países en una comunicación conjunta, la elaboración de indicaciones sobre los métodos de muestreo de frutas grandes cuando el espacio de almacenamiento y las condiciones de transporte son limitadas, y el nivel de conformidad con las buenas prácticas de laboratorio necesario para que se acepten los datos.
Mejor colaboración para utilizar de una manera más eficiente los recursos disponibles
El proyecto estableció una nueva estructura de colaboración para generar e intercambiar datos sobre plaguicidas en los países de la ASEAN, basada en alianzas público-privadas y en la cooperación regional. Los participantes de los países miembros de la ASEAN compartieron sus experiencias acerca de cómo coordinar el trabajo entre numerosos países y entre los funcionarios públicos encargados de la reglamentación, los técnicos de laboratorio y sobre el terreno, los fabricantes de plaguicidas y la FAO/OMS. Con el fin de aumentar la rentabilidad y evitar la duplicación de esfuerzos, se facilitó la colaboración entre las autoridades nacionales competentes y el sector privado (en particular las multinacionales fabricantes de plaguicidas -Syngenta, Dow, y Valent/Sumitomo-, las organizaciones locales exportadoras de productos agrícolas, las asociaciones de esta rama de producción y los agricultores). Un grupo regional de expertos en cultivos menores, formado por asociados de los sectores público y privado, se reunió periódicamente para examinar estas cuestiones y buscar soluciones a nivel regional y determinar las necesidades y las prioridades en materia de plaguicidas y LMR. Con estos parámetros los países pudieron elaborar estrategias para obtener los máximos resultados, repartiendo entre ellos el trabajo, los recursos y las responsabilidades para generar los datos sobre residuos. Se calcula que generar datos de manera colaborativa puede reducir en más del 90% los costos que acarrea el mismo trabajo por separado.
Más seguridad para el medio ambiente y el consumidor gracias al empleo de mejores herramientas de protección de cultivos
Los países desarrollados están eliminando gradualmente los plaguicidas de segunda y de tercera generación debido a los riesgos que presentan para las personas y para el medio ambiente; sin embargo, es común que los agricultores de los países en desarrollo sigan utilizando estos productos químicos porque no hay LMR internacionales para plaguicidas más modernos y más seguros (menos tóxicos) para sus cultivos de especialidad. Los agricultores no tienen las mejores herramientas para proteger sus cultivos (siguen utilizando productos químicos más tóxicos), lo que conlleva pérdidas económicas (acceso restringido a los mercados), menor productividad de los cultivos (aumento de la resistencia a los plaguicidas) y consecuencias negativas para el medio ambiente y para la seguridad de trabajadores y consumidores. Este proyecto ayudó a resolver estos problemas y contribuyó además a la productividad agrícola y la seguridad medioambiental y del consumidor.
Mayor acceso a los mercados para cultivos de especialidad
Es frecuente que los países en desarrollo no puedan acceder a los mercados por no haber suficientes normas comerciales internacionales para cultivos de usos menores. Al instaurar un proceso que facilita el establecimiento de LMR del Codex para los cultivos menores que tienen valor económico para los países miembros de la ASEAN, el proyecto mejoró el acceso de los productores de los países en desarrollo a mercados de exportación importantes. Los beneficios del proyecto se manifestarán plenamente cuando se establezcan los nuevos LMR del Codex.
Creación de la Fundación Mundial para los Usos Menores
Uno de los mayores logros del proyecto fue la creación de la Fundación Mundial para los Usos Menores (GMUF), que establece un mecanismo de coordinación con el fin de atender y priorizar las necesidades de lucha contra las plagas a nivel mundial y coordinar los proyectos de generación de datos entre múltiples países para establecer LMR nacionales y del Codex.
Ampliar la escala de las asociaciones por medio del proyecto
Las asociaciones y la cooperación regional fueron decisivas para el éxito y la sostenibilidad del proyecto. La colaboración eficaz entre las autoridades gubernamentales encargadas de la reglamentación, las multinacionales fabricantes de plaguicidas, los agricultores, los asociados internacionales y la secretaría de la ASEAN (la entidad encargada de la ejecución) permitió llevar a cabo estudios coordinados y complementarios sobre residuos de plaguicidas y generar datos para facilitar el registro de plaguicidas nuevos y mejores de bajo riesgo para los agricultores, en toda la comunidad de la ASEAN.
Seguir fortaleciendo la participación en el Codex
El proyecto demostró la importancia de fortalecer las capacidades nacionales para contribuir eficazmente al proceso de normalización del Codex. Gracias a las pruebas sobre el terreno y los estudios de residuos de plaguicidas, los funcionarios de los países beneficiarios aprendieron de forma práctica cómo participar directa y eficazmente en el Comité del Codex sobre Residuos de Plaguicidas. Los expertos nacionales y los Gobiernos de los países beneficiarios entienden la importancia del proyecto para mejorar su participación en el Codex. Estas experiencias podrían aprovecharse para que otros países puedan beneficiarse del proyecto y mejorar su participación en el Codex.
Selección de combinaciones de plaguicidas y cultivos
Antes de seleccionar las combinaciones de plaguicidas y cultivos en que se basarán las pruebas sobre el terreno, es importante fomentar un diálogo entre todas las partes interesadas, en particular los fabricantes de plaguicidas, el organismo encargado del registro de plaguicidas y las autoridades competentes. Para que las pruebas de residuos correspondientes se lleven a cabo de forma correcta y puntual, se necesita compromiso y confianza, así como personal competente y equipos adecuados.
Formación de los equipos de estudio
La formación de los equipos nacionales encargados de realizar las pruebas con plaguicidas exige una reflexión detenida. La composición de los equipos debe reflejar las necesidades y las circunstancias de cada país. Teniendo en cuenta la experiencia del proyecto, se recomienda integrar en los equipos a miembros de instituciones de investigación que puedan dedicar suficiente tiempo al proyecto, así como contar con un director en el país que gestione el equipo y esté en contacto con las demás partes interesadas. Todas las partes interesadas deben entender y respaldar los objetivos a largo plazo del proyecto.
Presupuestos para viajes al terreno
Una de las principales enseñanzas extraídas desde el punto de vista presupuestario fue el elevado costo de los viajes realizados para llevar a cabo la investigación. El presupuesto inicial se había basado en las experiencias del Proyecto IR-4 de los Estados Unidos, donde las granjas experimentales estaban cerca de las instituciones de investigación y, por lo tanto, las distancias de viaje eran cortas. En este proyecto, la mayoría de los emplazamientos de las pruebas estaban lejos de donde se encontraban los investigadores y, en algunos casos, esto los obligaba a viajar en avión y alojarse en la zona. En futuros proyectos similares, se debe prever un presupuesto más alto para los viajes al terreno y buscar múltiples emplazamientos alternativos para que los ensayos se puedan llevar a cabo sin complicaciones.
Intensificar el trabajo en el ámbito del registro de plaguicidas
Sobre la base de los resultados del proyecto, los beneficiarios recomendaron trabajar en el futuro en las siguientes esferas: la armonización de los procesos de registro y la aceptación mutua a escala regional de los datos sobre la eficacia y los residuos entre los Estados miembros de la ASEAN; el registro simultáneo de plaguicidas en múltiples países; el establecimiento de un grupo de trabajo técnico regional para tratar problemas comunes relacionados con el registro de plaguicidas y el intercambio de datos; y el fortalecimiento de la coordinación con otras regiones (África y América Latina).
Las asociaciones y la cooperación regional fueron decisivas para el éxito y la sostenibilidad del proyecto. La colaboración eficaz entre las autoridades gubernamentales encargadas de la reglamentación, las multinacionales fabricantes de plaguicidas, los agricultores, los asociados internacionales y la secretaría de la ASEAN (la entidad encargada de la ejecución) permitió llevar a cabo estudios coordinados y complementarios sobre residuos de plaguicidas y generar datos para facilitar el registro de plaguicidas nuevos y mejores de bajo riesgo para los agricultores, en toda la comunidad de la ASEAN.
Seguir fortaleciendo la participación en el Codex
El proyecto demostró la importancia de fortalecer las capacidades nacionales para contribuir eficazmente al proceso de normalización del Codex. Gracias a las pruebas sobre el terreno y los estudios de residuos de plaguicidas, los funcionarios de los países beneficiarios aprendieron de forma práctica cómo participar directa y eficazmente en el Comité del Codex sobre Residuos de Plaguicidas. Los expertos nacionales y los Gobiernos de los países beneficiarios entienden la importancia del proyecto para mejorar su participación en el Codex. Estas experiencias podrían aprovecharse para que otros países puedan beneficiarse del proyecto y mejorar su participación en el Codex.
Selección de combinaciones de plaguicidas y cultivos
Antes de seleccionar las combinaciones de plaguicidas y cultivos en que se basarán las pruebas sobre el terreno, es importante fomentar un diálogo entre todas las partes interesadas, en particular los fabricantes de plaguicidas, el organismo encargado del registro de plaguicidas y las autoridades competentes. Para que las pruebas de residuos correspondientes se lleven a cabo de forma correcta y puntual, se necesita compromiso y confianza, así como personal competente y equipos adecuados.
Formación de los equipos de estudio
La formación de los equipos nacionales encargados de realizar las pruebas con plaguicidas exige una reflexión detenida. La composición de los equipos debe reflejar las necesidades y las circunstancias de cada país. Teniendo en cuenta la experiencia del proyecto, se recomienda integrar en los equipos a miembros de instituciones de investigación que puedan dedicar suficiente tiempo al proyecto, así como contar con un director en el país que gestione el equipo y esté en contacto con las demás partes interesadas. Todas las partes interesadas deben entender y respaldar los objetivos a largo plazo del proyecto.
Presupuestos para viajes al terreno
Una de las principales enseñanzas extraídas desde el punto de vista presupuestario fue el elevado costo de los viajes realizados para llevar a cabo la investigación. El presupuesto inicial se había basado en las experiencias del Proyecto IR-4 de los Estados Unidos, donde las granjas experimentales estaban cerca de las instituciones de investigación y, por lo tanto, las distancias de viaje eran cortas. En este proyecto, la mayoría de los emplazamientos de las pruebas estaban lejos de donde se encontraban los investigadores y, en algunos casos, esto los obligaba a viajar en avión y alojarse en la zona. En futuros proyectos similares, se debe prever un presupuesto más alto para los viajes al terreno y buscar múltiples emplazamientos alternativos para que los ensayos se puedan llevar a cabo sin complicaciones.
Intensificar el trabajo en el ámbito del registro de plaguicidas
Sobre la base de los resultados del proyecto, los beneficiarios recomendaron trabajar en el futuro en las siguientes esferas: la armonización de los procesos de registro y la aceptación mutua a escala regional de los datos sobre la eficacia y los residuos entre los Estados miembros de la ASEAN; el registro simultáneo de plaguicidas en múltiples países; el establecimiento de un grupo de trabajo técnico regional para tratar problemas comunes relacionados con el registro de plaguicidas y el intercambio de datos; y el fortalecimiento de la coordinación con otras regiones (África y América Latina).
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