El STDF apoyó este proyecto regional para coordinar los esfuerzos encaminados a reducir los niveles de cadmio en el cacao y los productos del cacao con el fin de salvaguardar el acceso de los productores a los mercados y, a su vez, garantizar la seguridad de los consumidores. La iniciativa, llevada a cabo en Colombia, el Ecuador y el Perú, con la participación complementaria de Trinidad y Tabago, promovía la colaboración entre las instituciones nacionales, los centros de investigación y los actores de la cadena de valor del cacao para identificar, probar y compartir prácticas eficaces de mitigación.
El proyecto fue originalmente una donación para la preparación de proyectos financiada por el STDF y aplicada por la Organización Internacional del Cacao, que tenía por objeto armonizar los trabajos/iniciativas en curso en la región y elaborar una estrategia regional coordinada para reducir la contaminación por cadmio.
Los elevados niveles de cadmio en los granos de cacao se han convertido en un reto importante para los productores de América Latina y el Caribe. En 2019, la Unión Europea estableció niveles máximos de cadmio en los productos de cacao y chocolate, lo que se tradujo en requisitos más estrictos en materia de inocuidad alimentaria para los exportadores, en particular para los pequeños agricultores cuyos medios de subsistencia dependen del acceso a mercados de productos de primera calidad.
Para abordar este desafío regional, el proyecto reunió a los principales países productores de cacao con el fin de coordinar estudios, estandarizar los métodos de análisis y compartir estrategias de mitigación. También se creó una plataforma para el diálogo entre los productores, los laboratorios, los responsables de la formulación de políticas y los compradores a fin de garantizar que los esfuerzos relacionados con el comercio, la investigación y la reglamentación avanzaran en paralelo.
Colombia, el Ecuador y el Perú fueron seleccionados por su liderazgo en la investigación y la mitigación del cadmio, así como por su potencial de exportación. Aunque Trinidad y Tabago no cumplía las condiciones para obtener financiación del STDF, su inclusión como interlocutor asociado permitió aprovechar la sólida capacidad de investigación del Centro de Investigación del Cacao (CRC) de la Universidad de las Indias Occidentales. La extensa colección de germoplasma y los conocimientos técnicos del CRC constituyeron un recurso valioso a nivel regional para poner a prueba intervenciones, emprender iniciativas piloto y ampliar su escala.
Durante el diseño del proyecto se tuvieron en cuenta elementos de anteriores análisis de género y ambientales con el fin de promover enfoques inclusivos y sostenibles. Esto incluía la participación específica de las mujeres en las consultas y la formación, una comunicación con perspectiva de género y la promoción de la participación de los jóvenes por medio de canales digitales. Para propiciar la sostenibilidad a largo plazo también se integraron aspectos ambientales, como la vigilancia de las enmiendas y las prácticas de remediación del suelo, como el encalado.
1. Plataforma regional y fortalecimiento de la capacidad de los laboratorios
En el marco del proyecto se impartió formación a 80 técnicos de laboratorio, más del número fijado como objetivo, sobre métodos normalizados para el análisis del cadmio utilizando tecnologías analíticas avanzadas. El Ministerio de Agricultura de Trinidad y Tabago adoptó oficialmente una tecnología rápida y de bajo costo basada en la fluorescencia de rayos X (XRF), validada en el marco del proyecto, que proporcionó una solución rentable para la vigilancia de los niveles de cadmio.
Se elaboraron manuales técnicos y procedimientos operativos normalizados en español e inglés para institucionalizar las prácticas de control de la calidad en todos los países participantes.
2. Mayor formación y difusión de conocimientos
Se dotó de competencias técnicas y teóricas a un total de 173 instructores expertos, que transfirieron sus conocimientos a más de 2.300 productores de cacao de los cuatro países. La formación combinó demostraciones sobre el terreno, talleres y materiales de aprendizaje en línea alojados en la plataforma Agriperfiles del IICA, que aseguraba su accesibilidad a largo plazo.
3. Cartografía de los puntos críticos de cadmio y medidas de mitigación específicas
En Colombia, el Perú y Trinidad y Tabago se crearon o actualizaron mapas de puntos críticos de cadmio que contribuyeron a identificar los factores de contaminación y las zonas en las que era prioritario intervenir. En Colombia, el análisis permitió identificar zonas de alto riesgo, que se reflejaron en mapas que ahora guían estrategias específicas de gestión del suelo y de los cultivos.
4. Clasificación innovadora de las explotaciones agrícolas basada en el riesgo
En Trinidad y Tabago, el Centro de Investigación del Cacao diseñó un modelo de clasificación de las explotaciones agrícolas en cuatro categorías basado en el contenido medio de cadmio en el grano, que vinculaba cada categoría a medidas de mitigación específicas. Este modelo basado en datos sirve ahora de referencia para otros países productores de cacao de América Latina y el Caribe.
5. Detección de contaminación relacionada con los abonos
Los análisis realizados en el marco del proyecto revelaron que tanto los abonos orgánicos como los sintéticos son fuentes de cadmio. Estas constataciones ponen de relieve la necesidad de reforzar la reglamentación relativa a los abonos, el control de la calidad y la formación de los agricultores en toda la región.
6. Mejora de la colaboración regional y el intercambio de conocimientos
En el marco del proyecto se creó una base de datos regional sobre el cadmio presente en el cacao y se celebraron cinco seminarios en línea con participantes de 32 países, lo que fomentó una cultura de cooperación en lo que respecta a la inocuidad alimentaria y el cumplimiento de las normas del comercio en toda la región de América Latina y el Caribe.
7. Integración en planes nacionales y sostenibilidad a largo plazo
Nueve estrategias de reducción del cadmio se integraron en los planes nacionales sobre el sector del cacao de Colombia, el Ecuador y el Perú. En Trinidad y Tabago, el plan actualizado está en proceso de examen por el Gobierno, y ya se ha iniciado su adopción.
1. Fortalecer las asociaciones y la colaboración entre laboratorios
Aumentar la cooperación entre los laboratorios, los organismos gubernamentales y los actores del sector privado para compartir datos, validar métodos analíticos y ampliar la escala de las estrategias eficaces de gestión del cadmio.
2. Normalizar y mantener sistemas de vigilancia
Seguir armonizando los procedimientos de muestreo y análisis, promover la validación entre laboratorios y mantener la vigilancia a largo plazo para hacer un seguimiento de la eficacia de las medidas de mitigación y garantizar el cumplimiento de las normas internacionales.
3. Ampliar y diversificar la formación de los agricultores
Ofrecer formación práctica específica a los agricultores sobre el muestreo, la interpretación de los datos y las prácticas sostenibles. Ampliar los programas de formación de instructores a nuevas regiones y desarrollar módulos en línea accesibles en colaboración con el IICA y los asociados nacionales.
4. Promover prácticas de mitigación sostenibles y rentables
Fomentar la adopción de métodos de cultivo ambientalmente racionales que reduzcan la adopción de cadmio. Realizar análisis de los costos y los beneficios de las opciones de mitigación para ayudar a los agricultores a elegir soluciones asequibles y eficaces.
5. Impulsar la investigación y el intercambio de conocimientos
Profundizar la investigación sobre la bioacumulación de cadmio y su absorción por las plantas e intensificar los intercambios y talleres regionales para fomentar el aprendizaje y promover una formulación de políticas basada en datos empíricos