El objetivo de esta PPG es aumentar la competitividad de las exportaciones de vegetales y productos vegetales de Uzbekistán asegurando el cumplimiento de las Normas Internacionales para Medidas Fitosanitarias (NIMF). Mediante el proyecto propuesto se mejoraría el funcionamiento del Organismo de Protección y Cuarentena Vegetal de Uzbekistán, se elaboraría su estrategia como autoridad competente para la certificación fitosanitaria de las exportaciones y se darían a conocer buenas prácticas agrícolas a las partes interesadas pertinentes.
La agricultura desempeña una función sumamente importante en la economía de Uzbekistán y las tierras agrícolas ocupan alrededor de 22,3 millones de hectáreas. Sin embargo, los mercados de insumos y productos agrícolas no están totalmente desarrollados en el país. Muchos agricultores que producen cultivos hortícolas a campo abierto y en invernaderos, al igual que los empresarios, no están familiarizados con las prescripciones fitosanitarias de los mercados de importación y las buenas prácticas agrícolas, así como otras actividades que dependen del mercado. Esta laguna en los conocimientos propicia los brotes de plagas, las pérdidas de cultivos o la inobservancia de las prescripciones de los países importadores que las autoridades competentes no pueden resolver de manera oportuna y eficiente.
En enero de 2020, Uzbekistán se convirtió en parte contratante de la CIPF. Se utilizó el instrumento de evaluación de la capacidad fitosanitaria (ECF) para medir el nivel de cumplimiento de las normas fitosanitarias internacionales como parte de un proyecto financiado por la iniciativa Comercio en Asia Central de la USAID en 2022 y 2023. La principal conclusión extraída de esta evaluación es que el sistema fitosanitario vigente no es suficiente para responder a las necesidades de exportación basadas en las prescripciones fitosanitarias de los países importadores. Uzbekistán ha recibido notificaciones de incumplimiento de países importadores, en particular en relación con cultivos como los tomates (Keiferia lycopersicella) y las plantas huéspedes de Xylella fastidiosa exportados a la UE. Estas plagas vegetales requieren una vigilancia activa y capacidad de diagnóstico de la autoridad competente, pero en Uzbekistán no existe un programa de vigilancia que se ocupe de estas cuestiones.