Soluciones globales para problemas locales

Conocida por su sorprendente forma de joya, de un intenso color rosado, la fruta tropical del dragón (pitaya) es un regalo para el paladar. Rica en vitamina C y antioxidantes, la fruta del dragón se cultiva en países tropicales como Viet Nam. Hace unos años, los productores y exportadores de fruta del dragón de Viet Nam vieron un buen potencial en los mercados internacionales y empezaron a exportar a los Estados Unidos. Dragonberry Produce fue uno de aquellos exportadores que vislumbraron la enorme oportunidad que representaba el mercado estadounidense para esta exótica y deliciosa fruta. En 2011, Dragonberry empezó a exportar de Viet Nam a los Estados Unidos una media de 8 a 10 contenedores aéreos a la semana, y de 5 a 6 contenedores marítimos al mes. En esa época, las ventas semanales de fruta del dragón de Dragonberry se estimaban en 62.000 dólares EE.UU.

En 2013, la situación dio un giro radical: los contenedores de fruta del dragón empezaron a quedar retenidos y ser rechazados en los puertos estadounidenses debido a infracciones relacionadas con un plaguicida, el fungicida difenoconazol. Enfrentados a un problema acuciante de acceso a los mercados y rápida disminución de las exportaciones, Dragonberry contactó con el Servicio Exterior de Agricultura (FAS) del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos para tratar de solucionar este problema. Fue así como Dragonberry descubrió la iniciativa mundial del Fondo para la Aplicación de Normas y el Fomento del Comercio (STDF) destinada a mejorar la capacidad de determinados países en desarrollo de África, Asia y América Latina para cumplir las prescripciones relativas a la presencia de plaguicidas en productos de exportación. El FAS, junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Proyecto IR-4 de la Universidad de Rutgers, han estado colaborando con el STDF en esta iniciativa. Actualmente, el STDF financia proyectos en África, Asia y América Latina destinados a ayudar a los pequeños exportadores y productores que intentan conquistar una pequeña parte del mercado mundial de las exportaciones de cultivos especializados, como la fruta del dragón de Viet Nam. El problema al que se enfrentan estos productores y exportadores es que no existen límites máximos de residuos (LMR) para la mayoría de los plaguicidas que aplican a sus cultivos especializados.

Los datos sobre residuos de plaguicidas, necesarios para establecer los LMR del Codex, se generan casi exclusivamente en los países desarrollados industrializados. Es muy raro que esos datos se generen en los países en desarrollo, de modo que se establecen pocos LMR del Codex para los cultivos menores o especializados de esos países, como la fruta del dragón. Cuando no existen LMR, los exportadores suelen tener dificultades para llegar a los mercados internacionales. Si los LMR no reflejan los patrones reales de uso de plaguicidas en los lugares de cultivo, no se podrá luchar eficazmente contra las plagas. Los tres proyectos regionales del STDF tienen por objeto corregir esta situación de estancamiento y colmar la brecha ayudando a los países en desarrollo a generar datos sobre residuos, a fin de facilitar el registro de nuevos instrumentos de protección de cultivos, establecer los LMR necesarios e impulsar el comercio internacional.

Inicialmente, Viet Nam no formaba parte del proyecto del STDF en Asia debido a que las autoridades vietnamitas tenían reservaciones en relación con su preparación para participar en el proyecto. No estaban seguras de si contaban con la capacidad suficiente para llevar a cabo el trabajo de laboratorio y de campo que requería el proyecto del STDF.  El FAS, como asociado de los proyectos del STDF, tomó la iniciativa en materia de sensibilización y se reunió con representantes del Ministerio de Agricultura y con varios exportadores de fruta del dragón e investigadores de laboratorio y de campo, para explicarles detalladamente el proyecto y garantizarles que recibirían toda la formación y asistencia necesarias para que Viet Nam pudiera participar satisfactoriamente en los trabajos. La participación del Gobierno vietnamita no fue tarea fácil. Sin embargo, en 2014 otro envío de fruta del dragón dirigido a los Estados Unidos fue rechazado, lo cual provocó la inmediata participación de Viet Nam en el proyecto. Bajo los auspicios del proyecto, se propuso a Viet Nam que empezara a efectuar pruebas con el difenoconazol para tratar de corregir cuanto antes su problema comercial, y también con el azoxystrobin, otro fungicida de bajo riesgo que se aplica a la fruta del dragón junto con el difenoconazol.

El director ejecutivo de Dragonberry pidió encarecidamente al Gobierno vietnamita que se involucrara en el proyecto del STDF para que pudieran llevarse a cabo las pruebas y se pudieran establecer LMR internacionales. Poco tiempo después, el Ministerio de Agricultura de Viet Nam manifestó su voluntad de participar en el proyecto del STDF y beneficiarse de las exportaciones de fruta del dragón. Se tomaron medidas urgentes para convocar a un equipo de estudio vietnamita. Sin embargo, pronto quedó patente que el número de pruebas realizadas por Viet Nam no sería suficiente para establecer los LMR del Codex y facilitar el acceso a los mercados estadounidenses.

Conscientes de que el tiempo era un factor clave, el equipo de Viet Nam se asoció a otro equipo en Indonesia, que ya venía realizando pruebas sobre la fruta del dragón en el terreno, bajo los auspicios del proyecto del STDF en Asia. Aprovechando esta asociación, Viet Nam empezó a enviar sus muestras a los laboratorios asociados de Indonesia. En noviembre de 2014, tan solo unos meses después de haber entrado a formar parte del proyecto, Viet Nam concluyó su primera serie de ensayos, que ha sido reconocida como uno de los estudios mejor organizados en el marco del proyecto del STDF. Gracias a ello, Dragonberry Produce y sus colegas vietnamitas se muestran optimistas y creen que encontrarán una solución a largo plazo para las exportaciones de fruta del dragón de Viet Nam.

El STDF encabeza esta iniciativa, destinada a incrementar la participación de los países en desarrollo de África, Asia y América Latina en el establecimiento de LMR del Codex en esas regiones. Al igual que Dragonberry Produce, los exportadores, los productores y las empresas tropiezan a menudo con obstáculos al acceso a los mercados debido a la escasez de normas comerciales internacionales relativas a los cultivos tropicales. Se espera que mediante el desarrollo de un proceso que facilite el establecimiento de LMR del Codex para estos cultivos de valor económico para los países en desarrollo, los tres proyectos del STDF mejoren la capacidad de los productores de los países en desarrollo para acceder a importantes mercados de exportación, así como las oportunidades económicas del mundo rural.

Encontrará información sobre los proyectos del STDF relativos a los LMR en:  Asia, ÁfricaAmérica Latina.